¿Para qué vivimos? ¿Cuál es nuestro objetivo en nuestras vidas? ¿Vivimos por vivir o vivimos para algo?
Cuando
yo era niño, me acuerdo que podía hacer una lista más larga que una
Pokédex de los sueños, objetivos, esperanza que tenía para cuando fuera
creciendo. Me acuerdo de que quería ser muy bueno en todos los deportes.
Y me lo pasaba en grandes jugando a todos ellos. Recuerdos de goles que
metía, de partidos muy sufridos al tenis, de campeonatos de baloncesto
que se decidían en un segundo, de torneos de ajedrez muy emocionantes...
También soñaba con ser algún día una persona muy importante en mi
trabajo, fuese cual fuese. Tener mujer e hijos y formar una feliz
familia. Mi deseo del día a día era que dejaran venir a dormir o a comer
a mis amigos, que la chica que me gustaba me hablase, o mismo jugar por
las noches con mi familia a la Wii, o ganarle a mi abuelo (en paz esté)
la partida a las cartas.
¿Y
ahora qué? ¿Qué deseo? Mi día a día es una rutina de la que no puedo
escapar. Colegio, más colegio, deberes, baloncesto (que aunque me guste
son horas y horas), ajedrez, inglés, etc... Y más deberes, por cierto. Y
exámenes. Y yo quiero hacer muchas cosas. Sí, quiero tener más tiempo
para mí. Para poder seguir aprendiendo guitarra, para estar más tiempo
con mi familia. Hacer cosas diferentes con mis amigos y no estar siempre
en los mismos sitios. Hay muchas, muchísimas cosas todavía por hacer.
Lo
siento, odio la rutina. Y odio no hacer nada. No puedo estar quieto,
siempre tengo que estar haciendo algo. Y a veces es bueno pararse a
pensar. A lo mejor para eso escribo aquí. No me acuerdo cómo me surgió
la idea de hacer un blog, pero la verdad es que desahoga, y bastante.
Soltar mis preocupaciones en unas cuantas teclas ayuda a calmarse.
Intentaré
tener más tiempo para mí. Organizarme mejor. Hacer cosas de las que
algún día me pueda sentir satisfecho. Como hoy en día me siento
realmente satisfecho de los años de mi infancia. Con la adolescencia
parece estar siendo más difícil, aunque nadie dijo que fuera a ser
fácil.
De todas formas, todos sabemos que no hay mal que algo de buena música no pueda mejorar.
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